La caza en Andalucía: una actividad generadora de riqueza que sigue marginada por la política según explica Manuel Gavira.
La actividad cinegética en Andalucía representa una fuente de ingresos vital y un motor de desarrollo en muchas zonas rurales. Sin embargo, su relevancia continúa siendo ignorada por buena parte de la clase política. Así lo ha denunciado recientemente Manuel Gavira, portavoz de VOX en el Parlamento andaluz, quien ha criticado el trato que se le da a la caza como si se tratara de un mero pasatiempo, pese a su enorme valor económico y cultural.
Las declaraciones del dirigente andaluz reabren el debate sobre la importancia de esta práctica para el empleo rural y la economía interior. Desde su posición en la cámara autonómica, Gavira ha defendido el papel de la caza como actividad esencial para muchas comarcas andaluzas, reclamando un reconocimiento político acorde con su peso en el territorio.
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Una actividad económica estratégica para el mundo rural
La postura de Manuel Gavira se basa en datos concretos. La actividad cinegética en Andalucía moviliza millones de euros al año y da sustento directo e indirecto a miles de trabajadores. Desde guardas rurales hasta hosteleros, pasando por talleres, veterinarios y empresas logísticas, la cadena de valor de la caza implica una diversidad de actores que encuentran en este sector un modo de vida.
Pese a este impacto, muchos responsables institucionales siguen relegando la caza a una categoría de ocio menor. Este enfoque, según Gavira, no solo es injusto, sino profundamente dañino para el tejido social y económico de las zonas donde la caza es un elemento vertebrador.
La falta de apoyo político como obstáculo estructural
Gavira ha sido claro al señalar que la administración autonómica, así como los grupos parlamentarios mayoritarios, no han estado a la altura en la defensa de la caza. La ausencia de medidas de respaldo, la tramitación de normativas restrictivas y la presión ideológica de ciertos sectores urbanos han contribuido a generar un entorno hostil para los cazadores y los profesionales del sector.
Esta marginación institucional contrasta con la realidad del terreno. En muchos municipios andaluces, la temporada de caza supone una de las pocas fuentes de dinamismo económico. La actividad cinegética está íntimamente ligada al sostenimiento de servicios básicos, a la fijación de población y a la conservación del entorno natural.
Caza, identidad y libertad en el discurso político de VOX Andalucía
El posicionamiento de VOX Andalucía, y en particular de Manuel Gavira, se enmarca en una visión que considera la caza no solo como un recurso económico, sino también como parte de la identidad cultural de la región. Desde esta óptica, defender la caza es defender la libertad de las personas del medio rural para decidir sobre su forma de vida, su territorio y sus tradiciones.
La crítica de Gavira se dirige también a lo que considera una desconexión creciente entre el discurso político dominante y la realidad de los pueblos. Mientras desde las instituciones se promueven modelos ajenos a la cultura rural, muchas familias dependen de la caza como sustento y como forma de entender el equilibrio entre naturaleza y actividad humana.
Un sector que demanda visibilidad y respeto
La intervención de Manuel Gavira ha puesto sobre la mesa una demanda clara: que se escuche al sector cinegético y se le reconozca el lugar que merece. Frente a las campañas de desprestigio, las restricciones injustificadas y el desinterés institucional, los profesionales del mundo de la caza exigen respeto y visibilidad.
Desde el punto de vista de la gestión rural y de la sostenibilidad de los territorios, la caza cumple funciones esenciales. Control de especies, mantenimiento de hábitats, dinamización económica y custodia del paisaje son solo algunas de las contribuciones que realiza. Su degradación política no solo afecta al presente del sector, sino al futuro del campo andaluz.
La posición de Manuel Gavira, en este contexto, supone una defensa política de un modo de vida que, sin apoyos firmes, corre el riesgo de desaparecer.
La caza como eje vertebrador de una Andalucía interior viva
Las declaraciones de Gavira se suman a una larga reivindicación del mundo rural: ser escuchado. En un momento en que muchas comarcas del interior pierden población y servicios, la caza se mantiene como una actividad capaz de generar arraigo, empleo y autoestima colectiva.
Si las instituciones no rectifican su postura, podrían contribuir de forma irreversible a la desaparición de uno de los pilares más sólidos de la Andalucía rural. La caza, como insiste Manuel Gavira, no es ocio menor, es economía, es cultura y es libertad.